Pues yo no pongo introducción porque soy una rebelde, ahí va la ficha técnica:
Título original: Just Ella
Autor: Margaret Peterson Haddix
Saga: ¿Tal vez? Tiene un libro del mismo tipo pero son historias distintas
Editorial: VersatilGénero: Romance, Cuentos clásicos
ISBN: 978-84-92929-25-2
Páginas: 342
Precio: 14'90€
Sinopsis:
Ya conocéis la historia: el zapato de cristal, el Príncipe Encantador, felices para siempre...
Bienvenidos a la realidad: aburridas clases de genealogía real, de costura, de cómo comportare como "una señorita" y, lo peor de todo, un príncipe que es todo menos interesante, y desde luego, en absoluto encantador.
La futura princesa Ella trata de enfrentarse a su nuevo estatus real, pero se da cuenta de que no tiene madera de << majestad >>. Sin embargo, romper el compromiso no va a resultarle nada fácil, especialmente cuando empieza a sentir algo por otro chico... Si Ella quiere escapar de palacio, deberá utilizar todo su ingenio, determinación y coraje, además de renunciar a todo aquello que se espera de una << señorita >>.
Supongo
que la mejor manera de empezar es comentando lo que esperaba de este libro.
Había leído buenas críticas, que alababan lo novedoso de la historia, su
fluidez, y sobre todo la fuerza de sus personajes. Lamentablemente no encontré
nada de eso.
El
libro comienza con nuestra protagonista, Ella, en su habitación, pasando frio
porque no han encendido la calefacción, asi que lo hace ella misma; una acción perfectamente
normal por la que la castigan ya que ahora es una princesa, y las princesas no
hacen eso (cofcof Merida y Elsa y Jasmín y básicamente todas las princesas
Disney hacen cosas, solo hace falta tener tumblr para saberlo). Durante las
próximas páginas vamos a segur viendo más de lo mismo: una princesa que no hace
más que quejarse porque no le dejan hacer las cosas por sí misma. Una y otra
vez, hasta la saciedad.
Cenicienta tampoco sabe qué está pasando, pero un buen baño de purpurina lo arregla todo |
Pero
sigamos con otros personajes: la mascota la joven criada. No hace gran
cosa, sale en un par de escenas ayudando y apoyando a Ella y ya. Vamos, el
tópico de amiga que está para ayudar a la protagonista a reflexionar como
seguir. Al menos es adorable y tiene más personalidad que nuestra princesa, lo
cual, la verdad, no es difícil.
El
siguiente en sufrir la ira de mi bolígrafo (o teclado, a elegir) es Jed. Desde
el principio se ve va a pasar algo entre Ella y él (spoiler alert: se enamoran.
Oh, qué bonito e inesperado). Había ratos en los que me caía bien, y otros en
los que me resultaba insoportable.
Mushu también flipa con el príncipe idiota |
Y
ahora, llegamos al feminismo, o como lo quieran llamar. Se supone que es la
gracia del libro. Resumiendo: lo que hay está metido con calzador. Se supone
que Ella es una mujer fuerte e independiente, que tiene que trabajar para
alcanzar su final feliz y que huye de un matrimonio infeliz al darse cuenta de
que su enamoramiento y matrimonio de un día con el príncipe no era lo que creía.
La cosa es… que Ella no es nada de eso. Simplemente se queja de que quiere
hacer cosas, critica un par de tópicos completamente irreales sobre la realeza
(remember: the evil guys) y redescubre que con los plebeyos está mejor. La idea
se ha tratado antes; no he encontrado ningún
libro sobre ello en mi estantería pero hay historias mucho mejores sobre el tema en internet. No
es raro encontrar relatos sobre que hay detrás de los finales felices de los
cuentos Disney, y Mi nombre es Ella no deja de ser uno más; una lista de
tópicos con un desarrollo nulo de los personajes y poco más. Eso sí, debo
admitir que es fácil de leer, lo cual probablemente se debe a que es corto y
que la narración es fácil de seguir e interesante (a pesar de ser predecible).
Podría
haber sido bueno, pero se ha quedado en un “casi, pero no”. La premisa de una
princesa con un carácter fuerte descubriendo que su final feliz era un
principio amargo era buena, pero la trama predecible, los tópicos y la ausencia
de cambios en la personalidad de los personajes lo convierten en un libro del
montón, tirando a malillo. Además, el final es original. Raro, no me acabó de
gustar, pero es probablemente la parte que más me gustó.
Aún
así, como es corto, sí lo recomendaría para una tarde aburrida. Tiene alguna idea
interesante y original por ahí dentro, lo que pasa es que cuesta encontrarla.
Es un libro perfecto para pasar un rato cuando no tienes otra cosa que leer, o no
quieres empezar algo largo.
Nota: 2/5
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